jueves, 17 de mayo de 2012

Baelo Claudia con Wilde.


El martes el sol apareció con fuerzas, así que decidimos salir del Lapin Agile y pasar la mañana en Bolonia. En esta playa cercana a Tarifa (Cádiz) se encuentran las antiguas ruinas de Baelo Claudia. Los vestigios pétreos, tan bien conservados, permiten que nuestros ojos puedan levantar todo el urbanismo de lo que fue un municipium romano. El sobrenombre de Claudia, le viene tras la concesión del título de municipio por el emperador Claudio.

Fue fundada por los romanos en el siglo II a. C. en lo que antes fue un asentamiento fenicio. Más tarde, vivirá un período de apogeo gracias al desarrollo de la industria de salazón de pescado, a la extracción del garum (una especie de aceite derivado del pescado) y al comercio con el Norte de África. Dicen que en el siglo III d. C., paralelamente a la crisis que azotaba todo el Imperio Romano, la ciudad fue víctima de un terremoto y esto llevará a su decadencia, siendo abandonada totalmente varios siglos más tarde (VII d. C.)


Conmigo he traído a Oscar Wilde (Cuentos Completos). Sé que, desde que estudió en Oxford, fue un gran amante del mundo clásico, sobre todo de Grecia. Así que he creído que le gustaría pasear por la Curia, por los templos de la tríada capitolina, las termas o visitar el teatro y los salazones (aunque, quizás el oficio de salar pescado no sea lo bastante elegante para Wilde. Creo que ahí no se detendrá mucho).


Miro a los visitantes que discurren hacia el templo. Los imagino togados y con las bandejas de fruta para hacer la ofrenda a Júpiter.  Pienso en los habitantes de entonces, en su día a día frente al mar, en su devenir por el foro ajenos a la caótica vida de Roma.





 La playa de Bolonia está justo delante del conjunto arqueológico. Es una playa virgen de arena blanca, con dunas vivas, poco frecuentada, sin urbanizaciones, ni hoteles a su alrededor… ¡Un paraíso de los que ya no quedan! Un remanso de paz para pasar el día leyendo (para que os hagáis una idea de la calma que se respira, había vacas tumbadas en la orilla  y la gente lo veía como algo cotidiano).
Playa de Bolonia, con su duna al fondo.

Así que dejo atrás las ruinas y recorro la arena fina de Bolonia hasta llegar al lugar donde se yergue su majestuosa duna. Aquí arriba, mientras Mazapán corre de un sitio a otro, me relajo y me sumerjo en el humor satírico de Wilde. Os dejo disfrutando de la playa. Mientras, voy a intentar ayudar al Fantasma de Canterville a dar una lección a los gemelos Otis. Con el miedo que me daba de pequeña sólo escuchar el nombre… lo que me estoy riendo hoy. 



Acabo de recordar que tenía un tebeo de Zipi y Zape (de pequeña me pasaba las siestas de verano leyéndolos, mientras esperaba las dos horas de digestión…) que contenía una historieta bastante parecida. La familia Zapatilla visitaba un castillo habitado por un fantasma y los gemelos hacían de las suyas. Seguramente a Escobar también le cautivó el humor de este relato. 


Mazapán os desea que paséis un día tan fresquito como ella.


Hoy vuelve a haber cambios en mi vida. Seguramente, regresemos a Sevilla.  Pero bueno, para cuando vuelva al Lapin Agile, tengo una cita con Jane Austen. Hasta entonces, espero haberos refrescado un poquito el día con esta entrada.

Las fotos de las ruinas son de otra visita que hice, me las ha prestado un amigo. Las que yo tomé fueron un desastre. Siento no haberme acercado más a las vacas para sacar la foto pero, como veis, llevaba a Mazapán y me daba miedo que corriera hacia ellas para jugar y acabara como Manolete.

6 comentarios:

  1. Me gusta mi foto de las columnas :)

    Y me gusta Mazapán :)

    De Wilde no puedo decir nada.

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  2. Esta vez hizo mucho mejor tiempo que cuando fuimos con la facultad.
    ¡Mazapán es la perra más bonita y más lista del mundo! (un poco llorona... pero nadie es perfecto).
    Este libro de Wilde es ligerito, si no tienes mucho tiempo puedes leer algún cuento suelto y así lo conoces un poco.
    Un saludo pablis!

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  3. Aún no conozco Tarifa...y siempre me han hablado muy bien de allí...tengo muy pendiente perderme por entre sus playas...Me encanta el nombre de tu perra...Mazapán. Se la ve feliz jugando con el agua.
    Oscar Wilde, es maravilloso llevarselo a la playa...yo también lo hice el verano pasado...pero no había ruinas romanas.
    Eso de las horas de digestión y los tebeos me ha traido muy bellos recuerdos.
    Un abrazo!!

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    1. María, Tarifa es preciosa y Bolonia es un paraíso. Espero que puedas visitarlas antes de que las inunden de urbanizaciones... (hoy ha salido en el telediario que quieren construir en la playa de Valdevaqueros... en fin).
      Jajaja Mazapán lleva conmigo desde el año pasado, me la regaló mi padre. Cuando dije que se iba a llamar así todo el mundo se llevó las manos a la cabeza. Pero con el tiempo les ha ido gustando. Además, cuando paseamos y la llamo, todo el que pasa por al lado y escucha el nombre se harta de reir, así que... es original y le saca una sonrisa a la gente.
      De Wilde estoy deseando leer el Retrato de Dorian Grey, a ver si adelanto lecturas y me pongo.
      Un abrazo y gracias por pasar siempre a visitarme!

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  4. Precioso lugar, espero que no construyan horribles urbanizaciones allí, como amenazan. Y tu perra, muy guapa y simpática (parece).

    Un abrazo

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  5. Ojalá Elvira, espero que entiendan que tenemos que conservar los pocos paraísos que nos quedan. Bastantes urbanizaciones hay ya vacías. Mazapán es un encanto y bastante lila, todos los perros del parque le pegan, pobrecita...

    Un abrazo Elvira, muchas gracias por pasarte :)

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