martes, 4 de septiembre de 2012

Un Mundo Feliz



“Cuando el individuo siente, la comunidad peligra”.

Hoy quería hablaros de Un Mundo Feliz de A. Huxley. 

 Imaginad un mundo futuro donde no exista el dolor, ni las enfermedades... pero tampoco el amor, ni la familia, ni la verdad. Un mundo donde, incomprensiblemente, la gente es feliz. Feliz porque se le ha enseñado a serlo, porque no conocen otra cosa, porque no saben (ni deben saber) pensar, ni tener criterio, ni acceso a la cultura…







Esto último me ha hecho reflexionar muchísimo. Tanto en la realidad como en la ficción, la cultura es el arma más peligrosa que tiene la gente. Es un hecho. A lo largo de la historia, los gobernantes autoritarios lo primero que han hecho es sesgar el acceso a la educación, censurar libros y autores… ¡prohibir pensar! Y es que un pueblo inculto es más fácil de ser engañado y manipulado. Una comunidad sabia es imposible de doblegar.


 

Huxley nos muestra una distopía de ésas que, a mí, me da pavor imaginar. Formas de aprendizaje forzado; exterminación de la Historia, de la literatura; de la individualidad; verdades que se interiorizan a base de repeticiones... Esto ya lo leí también en 1984 de G. Orwell: “si repites una mentira las veces necesarias, termina convirtiéndose en verdad” (a mí es la frase que más me impactó del libro). Es una aberración, pero una aberración que sabemos que existe hoy en día en muchos lugares. La manipulación de la verdad y, por tanto, de la conciencia de la gente está a la orden del día. 




No quiero desgranar el libro porque merece la pena leer (el de Orwell también), es una joya. Nos acerca a una sociedad autoritaria y piramidal, donde el poder se concentra en una sola persona que hace y deshace como quiere. Éste gobierna sobre una comunidad, de seres estériles, creada por clonaciones para que trabaje y ame lo que hace. Esta comunidad goza de comida, de bonitos ropajes, ausencia de dolor y de todos los placeres carnales que quiera (siempre que sea sólo placer, nada de amor). El amor crea lazos, el amor podría hacer tambalearse los cimientos más sólidos de cualquier sociedad. Esto tampoco es nada nuevo, en la Grecia Antigua, a los soldados espartanos o la guardia tebana ya se les prohibía tener familia, para evitar distracciones o contradicciones morales. 

El amor y el saber se erigen como los principales aliados de la subversión. 

Podría estar disertando durante horas, pero entonces… os destrozaría el libro. 



A mí me ha recordado mucho a una película. Bueno, realmente, la película está basada en el libro homónimo (Nunca me abandones, de K. Ishiguro), pero yo no he podido conseguirlo en la biblioteca de mi pueblo. La película me la recomendó una buena amiga (siempre suelo leer el libro antes de ver la película, pero me entró el ansia…). Está protagonizada por Keira Knightley, Andrew Garfield y Carey Mulligan (la actriz de An Education… buenísima también). Aunque sólo sea por disfrutar de la actuación de Mulligan, vale la pena quedarse un ratito delante de la televisión.  



El argumento, evidentemente, no es el mismo. Pero sí tiene elementos comunes, en cuanto a la visión futura de una humanidad controlada, donde unos niños son creados (seleccionados genéticamente) exclusivamente para salvar a otras personas. Como distopía me siguen gustando más 1984 y Un mundo feliz, pero también influye el hecho de que la película no haya reflejado todo el argumento del libro (cosa normal, por otra parte), y que puede que me haya perdido muchos detalles.

Quizás hoy, cuando os sentéis, encontréis el Lapin agile más oscuro de lo normal. Pero es que Huxley y Orwell, a pesar de habernos aportado dos grandes obras, me han dejado algo pensativa. Sin saber muy bien describir los verdaderos sentimientos que han provocado en mí.


13 comentarios:

  1. Recuerdo que cuando leí este libro de Huxley me quedé fría...y es que ¿puede haber avance en una sociedad en exceso sanitizada? (¿existe esa palabra o me la acabo de inventar?). Todo con horarios, todo con rutinas establecidas exactamente para no pensar, no sentir, no imaginar, no tener tiempo de estar en el aquí y en el ahora, de contactar con quien uno es de verdad. Yo moriría sin remedio en una sociedad así...de por si, soy como la "rara" así como estoy ;)
    un beso,
    Ale.

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    1. Jaja la palabra no la conocía antes, pero te he entendido perfectamente :)
      Estoy de acuerdo contigo Ale, jamás podría haber un avance en una sociedad así. Al menos, un avance para los miembros de esa sociedad. A mí me dejó pasmada la forma en que enseñaban a los niños a odiar los libros para que no aprendieran. Y sobre todo, esos niños que crecían sin saber lo que significaba una familia o, tan siquiera, una madre.
      Me ha gustado bastante, me ha hecho reflexionar muchísimo sobre todo lo malo que podemos esconder y sobre la cantidad de cosas que los gobiernos nos siguen ocultando (aunque no sean cosas tan exageradas, como las del libro, evidentemente).
      Un besito muy fuerte!

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  2. Hola MAJosé, no he leído esta novela, si había escuchado el nombre pero no sabía de qué trataba. 1984, la acabo de comprar y está en lista de espera aunque si me han comentado de qué trata. Creo que estos libros fueron escritos para hacernos pensar, quizá exageran las cosas, pero tienen base. Y si te han impactado, entonces cumplieron su cometido. Otra novela de George Orwell, que si he leído, es Rebelión en la granja, que la verdad también me dejó pensando en que todo lo que dice es cierto. Te la recomiendo y es super entretenida!!
    Besos!! :D

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    1. Hola Pilar!
      Tienes razón, éste de Un mundo feliz nos hace reflexionar muchísimo sobre el tema de la ciencia y la ética humana, la necesidad de hacerse preguntas, la importancia de la cultura... A mí me ha encantado, se lo recomiendo a todo el mundo.
      Rebelión en la Granja la tengo en casa, la empecé una vez hace años y la tuve que dejar porque empecé con los exámenes de la Universidad. Y es que, cuando dejo un libro a medias, me cuesta muchísimo recuperar su lectura. A ver si pronto me pongo con ella.
      un abrazo querida! :)

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  3. Este es un interesantísimo tema de conversación, más cercano a la filosofía que a la literatura (lo cual es el principal mérito de estos libros). Intuyo que a María José le ha impactado más la distopía de Huxley que la de Orwell (apreciación que comparto), y es que es mucho, pero mucho, más afilada.

    Huxley explora la cuestión de forma un tanto tosca y termina tomando demasiado partido (probablemente influyera tanto su condición de anarquista como su afición al misticismo y la parapsicología), pero su manera de separar los conceptos de libertad y felicidad es suficiente para tapar todos sus errores y, en mi opinión, para elevar Un Mundo Feliz muy por encima de 1984 (al menos si se trata de discutir sobre política). Es una cuestión muy pertinente, que además no es extraña a la historia del pensamiento político occidental: la libertad nunca es gratuita y a menudo es bastante cara para quien la disfruta, algo que somos, en general, muy propensos a olvidar.

    Orwell no llega a tanto. Incluso podría argumentarse que 1984 no es una distopía en absoluto: la URSS de Stalin, la China de Mao o la Corea del Norte de nuestros días han sido y son realidades no tan alejadas de ese mundo orwelliano de ficción. La novela explora muy bien los peligros del estado totalitario, pero como distopía no hay color.

    Por cierto, si os gusta Huxley, probablemente os guste también su novela La Isla. Es más amable y, en cierto sentido, actúa como contrapunto a Un Mundo Feliz, es decir, como utopía. Permite conocer mejor lo que realmente pensaba Huxley de la sociedad occidental y en qué tipo de sociedad le hubiera gustado a él vivir. Además, no es ciencia ficción en absoluto: está ambientada en una isla imaginaria, pero perfectamente equiparable a nuestra realidad. Es una buena lectura, aunque es conveniente hacerla con ojos críticos.

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    1. Hola Pablo,
      ¡qué te gustan estos temas espinosos!
      No te creas que la lectura de Un mundo feliz ha superado en un alto grado a 1984. Es verdad, que sí me ha gustado algo más, pero las dos me parecen muy buenas.
      Creo que tenemos que mirar 1984 con más perspectiva. Teniendo en cuenta que la escribió en 1947... Si no es una distopía, al menos, sí es un acto de valentía. No creo que por aquella época, los secretos más internos de la URSS fueran vox populis.
      Lo que sí estoy de acuerdo contigo es en lo de la separación del concepto de felicidad y libertad. Quizás, hoy en día seguimos creyéndonos más libres de lo que realmente somos. Y sigue habiendo mucha gente de: "a mí déjame tranquilita, que teniendo para lo mío, me da igual lo que hagan".
      Me apunto La Isla!!
      ¿Y tú qué prefieres ser libre o ser feliz?

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    2. ¡Los temas espinosos son los únicos que me interesan!

      Te contesto primero a lo que no estoy de acuerdo: en 1947 se sabían perfectamente los peligros del totalitarismo. Es más, ¡se sabían mucho antes! De hecho, 1984 nace de la realidad: es una alerta, o si se quiere una exageración, o una sátira -como decía el propio Orwell-, pero su fundamento eran los hechos que habían ocurrido o estaban ocurriendo en Rusia, Alemania, Italia y España. A eso me refería. En cambio, lo de Huxley es pura fantasía, o si se quiere, ciencia-ficción. Como lo de Bradbury.

      Ahora a lo que sí estoy de acuerdo: creo que eso que comentas de "a mí déjame tranquilo" es la clave de todo. No es que no sea pueda ser al mismo tiempo libre y feliz (¡claro que se puede!) sino que, y esto es importante, se puede ser feliz sin ser libre. Duele hasta decirlo, y para mí el mayor mérito de Huxley es haber imaginado una sociedad así. Y su mayor defecto, no haber sido aún más cruel en la exploración de dicha sociedad. Creo que lo podía haber sido. Creo que hizo trampas tratando de suavizar la cosa o de tomar partido.

      Maquiavelo dijo que "el precio de la libertad es la eterna vigilancia", y un filósofo griego dijo una cosa muy parecida, pero ahora no recuerdo cuál, ¡qué cabeza!

      Pero el caso es ése. La libertad no se regala. Se defiende. Cada día. Y eso cansa.

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    3. jaja Los libros infantiles te gustan poco, pero es ver algo de política y te tiras de cabeza ¡me gusta! Me gustan tus opiniones, aunque no las comparta todas.
      Sí es cierto que ya había habido claros ejemplos de totalitarismos y también es cierto que habría mucho "libre-pensador" que lo denunciaria entre las altas esferas. Pero, ¿realmente crees que la gente normal, de a pie, de los pueblos o ciudades alejadas, era consciente de que vivían bajo un gobierno totalitario? ¿Crees que, más allá de vivir bajo unas condiciones determinadas, sabían lo que significaba? ¿crees que eran conscientes de que había una alternativa?
      No sé, remóntate a Carlos I y Felipe II, ¿crees que el pueblo sabía lo que era el absolutismo?
      Bueno creo que me he hecho un lío intentando explicar lo que quiero decir jajaja pero más o menos tiene sentido lo que te digo ¿no?

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  4. Sí, la gente sabía que estaba viviendo en un régimen totalitario, claro. O si quieres, por decirlo con un término menos académico, en una dictadura. A algunos les parecía bien, a otros mal. Algunos de los que les parecía mal luchaban contra ello. Otros no. La mayoría conocía la existencia de alternativas, y no de oídas, sino por haberlas experimentado directamente.

    Pero yo no hablaba de "la gente", sino de Orwell. Ése sabía muy bien de lo que hablaba, y 1984 se basa, de hecho, en sus propias experiencias, no en imaginaciones. Ten en cuenta que empezó a escribirla en 1945, después de haber conocido tanto la Guerra Civil Española como la Segunda Guerra Mundial, y que la publicó en 1949 en Inglaterra y en Estados Unidos. Es una novela indisociable de su propio contexto histórico.

    El absolutismo es otro tema, otra época. Ahí la oferta de alternativas políticas era más bien escasa, pero resistencia al poder claro que había. Eso siempre ha habido.

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    1. Estoy de acuerdo en que la gente vivía oprimida (eso no hay quien lo niegue) y serían conscientes de su precaria situación. Pero a lo que yo me refiero es que no creo que supieran hasta donde llegaba el poder de esos gobiernos (espías en los mismos pueblos, manipulación de medios, personas silenciadas...). De todo lo que pasaba, conocerían la mitad de la mitad.
      Yo incluso llego a creer que nosotros (tan espabilados como somos todos) conocemos menos de la mitad de lo que hacen los gobiernos a nuestras espaldas (lo de las bandadas de pájaros muertas en el Norte de Europa, muy normal no es... A ver si llega un Orwell y nos lo cuenta).
      Y lo de la resistencia al absolutismo, es verdad, como todos sabemos el Motín de Esquilache fue el precursor del 15M XDDD

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  5. Leí estos libros en la carrera,...el de Orwell quiero volver a leerlo. Ambos me dejaron como a ti, ahora, pensativa...(pero te veo con mucha luz, quizás rayos que aparecen por la ventana del café). Es curioso...¿somos lo que hicieron de nosotros? ¿hemos tenido realmente la posibilidad de elegir? Creo que siempre se puede elegir, pero muchas veces tenemos un abanico muy reducido, quizá porque no hemos visto otras alternativas, porque no nos han enseñado a ser felices.
    De todas formas...no concibo la felicidad sin amor, MªJosé...Lo necesito. Especialmente darlo...y claro está, recibirlo. Hay tantos detalles de amor en el mundo...que me encanta estar en él para descubrirlo...incluso en momentos difíciles.
    Ahora no podría leer estos libros. Creo que me quitarían el sueño. No puedo ni ver noticias,...quizá más adelante.

    Gracias, como siempre, por invitarme a un té tan agradable, con esta tertulia que no te deja indiferente.
    Un abrazo y que tengas un día precioso!!

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  6. Hola María!
    Creo que sí, que somos lo que hacen de nosotros. Somos nuestras vivencias pero, sobre todo, somos aquello que conocemos. Por eso, siempre deberíamos querer aprender más cosas, estar en constante búsqueda del conocimiento para lograr ser libres, para que no seamos vulnerables al engaño y la manipulación.
    Coincido totalmente contigo en que la felicidad va apegada al amor. Yo, si no tuviera amor (de la familia, de mi pareja, de mis amigos), desde hace dos años para acá, muchos días no habría encontrado fuerzas para bajarme de la cama. Esa gente que te espera siempre con una sonrisa o una palabra de ánimo cuando saben que has recibido una mala noticia. Esa gente es tu batallón. Y te enfrentas a tus batallas de cada día porque sabes que tienes a ese ejército que combatirá contigo, sin temer lo grande que sea el enemigo.
    :) Yo tampoco veo las noticias, deprimen a cualquiera. Sólo leo los periódicos online y abro sólo las interesantes.
    Gracias por venir siempre :) ¡eres un encantazo! (siento el comentario tan largo, es que me lío sola)

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