viernes, 16 de enero de 2015

Enero y sus libros



Enero para mí suele ser un mes difícil, es como un eterno lunes o el monstruo amedrentador al que nunca terminas de verle el final de la cola. Vale, quizás esté siendo un poco exagerada, pero para alguien que adora diciembre, enero es un asco, peor que septiembre, porque encima el frío, después de un mes, ya empieza a molestarte y suele venir acompañado por virus que te dejan K.O. durante dos semanas como me ha pasado a mí.

Pero antes de llegar a eso, he tenido un mes de diciembre y unas Navidades repletas de momentos preciosos. Momentos de reencuentros, de cena con los amigos, de barbacoas, también de soledad, de ésos que tomas una taza de té o de chocolate caliente mientras estás enfrascada en algún libro y todo a tu alrededor deja de tener importancia. 
 
momentos de lectura 

He estado disfrutando como una enana de las cartas íntimas que Tolkien envió a sus hijos cada Nochebuena, convirtiendo su voz en las de personajes del Polo Norte como el mismo papá Noel o el Oso polar. Gracias al oso polar que ya es un buen amigo, a mí también me han llegado numerosos regalitos en forma de caprichos y de libros que os iré desgranando en otras entradas. 
Regalo que trajo el oso polar

Ha habido otros momentos que he disfrutado de Jane Austen, pero de esto hablaré en otro post para ella solita. Y, en la segunda semana de enero, casi con mi virus ya finiquitado he estado acompañada por las palabras de Virginia Woolf que ha llegado a visitarme gracias a una gran amiga. Voy a tener una relación larga con esa obra, porque quiero leerla muy poco a poco, para que no se me escape nada de sus pensamientos y de su teoría de la “Habitación propia”. 
preparando cena nochevieja

Pero si hay un libro que tenía muchas ganas de comentar desde principios de diciembre y no tuve tiempo fue uno que propuso nuestra amiga Ale en su blog “Bibliobulímica”: “La noche que Frankestein leyó al Quijote, de Santiago Posteguillo. Reconozco que no hay que juzgar un libro por sus tapas, pero a mí el título me enamoró desde el primer momento y sabía que no tardaría mucho en sumergirme entre sus páginas.
Es una obra breve y dividida en pequeños relatos que vas devorando sin llegar a tener consciencia de ello. Cada una de estas pequeñas narraciones expone una historia, una anécdota o un pequeño episodio de la vida de famosos autores literarios. Posteguillo va captando tu atención desde el principio, porque comienza narrando los sucesos sin desvelar a qué autor se refiere hasta el final del capítulo. No quiero, ni puedo escribir mucho más sobre él sin desvelar datos importantes, pero os puedo decir que es un libro que merece mucho la pena y que todo el mundo, al que le guste la literatura, debería leer alguna vez en su vida. Me aventuraría a decir, sin conocer mucho al autor, que Santiago sería uno de esos profesores que me hubiese gustado tener durante mi etapa estudiantil. Uno de esos docentes a los que no le importa "perder una clase" en contar esos detalles de la Historia Universal o de la Literatura que, aunque el Ministerio no lo incluya entre los contenidos oficiales, al final, son el tipo de cosas con el que los alumnos se quedan embobados mirándote y te das cuenta de que esas historias las recordarán siempre, porque las han aprendido divirtiéndose.


Sin embargo, también me he llevado una pequeña decepción (no con la obra en sí), sino con el hecho de recomendar libros. Aún estaba yo entusiasmada, días después de haber finalizado su lectura, cuando hablando con una adolescente me dijo que un profesor de su instituto había recomendado un libro muy malo. Y cuál fue mi sorpresa cuando me contó que era “Cuando Frankenstein…” Al principio no lo entendí porque era una chica inteligente y que muestra mucho interés por sus estudios. Un libro que a mí me parecía que a todo el mundo iba a gustarle… Estuve pensándolo mucho rato después de nuestra charla y he llegado a la conclusión de que todos podemos recomendar algunas obras (todas lo hacemos aquí en los blogs cuando estamos dando nuestra opinión), pero lo que no debemos hacer nunca es obligar a nuestros hijos, alumnos, familiares a que lean algo basándonos en el precepto de que a nosotros nos ha encantado. Creo que llega a ser contraproducente. Quizás si esta joven lee cualquier cosa con la que se identifique, que le guste más (aunque sean novelas juveniles, bestsellers o lo que ella considere oportuno), al final terminará concatenando una lectura con otra y, dentro de unos años, habría llegado a un libro como éste de Posteguillo, habría reconocido a algunos de los autores y lo habría apreciado mucho más. 

Espero que quienes os acerquéis a él, lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo. A mí me ha devuelto las ganas de releer “Frankenstein” de Mary Shelley, que también leí “obligada” en los primeros años de Universidad y sé que ahora, desde la libertad y la relajación que te da el “no estar presionada porque tienes que leer en tantos días para entregar un trabajo”, lo disfrutaré aún más. 

Espero que hayáis pasado unas fiestas maravillosas.Volveré a pasar por vuestros rincones ahora que el virus me deja hacer vida normal. Las tres primeras fotos, las firmadas, son mías; la de la portada del libro está cogida de Internet.

¡Gracias Ale por la recomendación!

11 comentarios:

  1. ¡¡Cuánto me ha gustado leerte, mi querida María José!! De pronto entro en este Lapin tan bellamente decorado, aún con los adornos de Navidad, de los que a algunas (como a mí) nos cuesta deshacernos.


    Enero...uff...a mí también me cuesta. Incluso hubo un tiempo en el que Enero y Febrero formaban parte los meses que más odiaba del año. Hoy en día me gustan algo más...aunque sigo odiando momentos como las rebajas, o el frío feo con el que los he relacionado. Pero...hoy en día, me gustan más. No son mis favoritos, pero les he tendido la mano. Ahora me gusta ver como el invierno frío lo cubre todo, o cómo las bufandas de colores no se guardan tras los meses de Otoño y Navidad...ahora vienen bien para abrigarnos. También es el comienzo...los lunes y enero se parecen...y me encanta que los hayas relacionado. Y últimamente los lunes, me van gustando algo más. No son un viernes, ni un domingo...pero...ya no solo son el inicio de algo nuevo, llevan también momentos en sí mismos que me gustan. También el comienzo puede ser alentador.

    Y están esas tazas de té que nos siguen persiguiendo tanto dentro como fuera de los libros.
    En cuanto a tus lecturas...me chifla Tolkien y sus cartas a papá noel...este año un amigo las llevó al norte, para leerlas y/o contarlas de un modo distinto. También fue un libro que me traje de la Blackwell de Oxford, no en la edición que me habría gustado, pero si en otra, que tampoco estaba mal. El Oso Polar tiene mucho que decir en estas cartas tan bellas, verdad??

    Frankestein, de Mary Shelly...¡¡qué libro!! ¿verdad? Siento que te obligaran a leerlo, quizá ahora lo leas de una manera distinta...

    No he leído el de Posteguillo, pero lo tendré en cuenta. Lo apunto. Mi librero estaba encantado con él y lo recomendaba muchísimo.

    Bueno,...¡¡qué fotos tan bellas, querida!! Me encantan...se nota que disfrutas retratando momentos.
    Me ha encantado estar aquí contigo, con mi taza, aún navideña, y té...sigo enganchada al negro, es el que más me estimula, a pesar de que sé que no es el mejor.
    Un abrazo muy grande, y me alegra saber que estas más recuperada de esos visitantes indeseables llamados V.

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    1. Hola María!
      La verdad es que a mí Enero se me hace largo y el frío de febrero... ¡ni te cuento! Estos días estoy llegando a la conclusión de que a mí del invierno sólo me gusta diciembre. Cada vez soy más de primavera.

      Siempre tienes esa manera especial de verle el lado positivo a todo y me encanta. Yo es que soy algo esquiva con los comienzos, me siento incómoda con los cambios en general, porque sólo estoy a gusto cuando controlo las situaciones. Intento cambiar esto, pero me cuesta mucho.

      Yo aún no he guardado el libro de Cartas de Papá Noel y eso que ya es febrero, debería hacerlo, dejarlo dormir hasta las próximas navidades, pero aquí lo tengo, sin querer llevarlo a su sitio en la estantería. Me parece una de las obras con más sensibilidad que he leído nunca.

      He vuelto a leer Frankenstein, como anuncié, y he de decir que lo he disfrutado el doble que la primera vez que lo leí.

      Haz caso de tu librero y dale una oportunidad a este pequeño libro de Posteguillo, se lee muy rápido porque son capítulos cortos e inconexos entre ellos, así que puedes ir dando saltos como a ti te gusta en este tipo de lecturas.

      Muchas gracias por tus palabras María y perdón por tardar tanto en contestar.

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  2. Que entrada más bonita :3
    A mi enero me encanta (aunque más prefiero diciembre, claro ^^), pero es que para mi es el momento de propósitos imposibles, en los que creo que soy capaz de todo (que luego no se cumple pero por proponer… XD)
    El virus creo que nos ha pillado a todos este comienzo de 2015, pero bueno, ahora superado ya no parece para tanto…
    Posteguillo me encanta, leí su primera trilogía y me enamoré y estoy deseando leer estos libros que está sacando sobre otros libros y autores. Personalmente me parece apasionante… Sobre las recomendaciones, la verdad es que es muy difícil acertar, a no ser que conozcas muy bien a la persona.. Hay muchos factores que influyen!

    Y me das mucha envidia con lo de Tolkien, de las navidades que viene no pasa que me lo le! :3

    Un bsote!!

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    1. Hola Magrat!

      Muchas gracias! Jajaja para mí el mes de los propósitos es Septiembre, creo que no he superado mi etapa estudiantil en la que tienes la sensación de que los años empiezan en septiembre y no en enero.

      Yo tengo esa trilogía aquí en casa, bueno es de mi padre, pero nunca me había llamado la atención. Sin embargo, el título de este ejemplar me llamaba a gritos y no me ha defraudado.

      SÍ, por favor, lee las Cartas de Papá Noel de Tolkien las próximas navidades, te van a encantar! Y sus dibujos, hechos por él, aún más! :) Ya nos contarás con esa manera tan genial que tienes de hacerlo.

      Un beso!

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  3. Hola María José!! Si por allá tienen mucho frío, nosotros nos morimos de calor, ufff, ya una no puede salir un ratito que el sol está ahí quemándote.
    Nunca he pensado en enero como un eterno lunes, pero tiene algo de lógica.
    Me encantan las fotos!! La de la ardillita me fascina, es adorable :D
    Y tu cajita del polo norte, ohhhhh
    Me he quedado pensando en lo que comentas de tu amiguita adolescente...si pues, hay que tener cuidado al recomendar...lo cual me hizo recordar que alguna vez en clase de tesis de la universidad quise hacer un modelo estadístico, de tal manera que se le recomendaran libros a los jóvenes de acuerdo a sus características. Lo malo es que aún haciéndolo con datos simulados todo me salió al revés :'(
    Pero aún sigo con la idea rondando mi cabeza, jeje, se que a mucha gente no le gusta que se quiera simular la realidad con las matemáticas, pero mi lado estadístico me gana a veces :O
    Espero que ya pronto pronto no queden vestigios de ese virus malvado iiii
    Un abrazote!! :)

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    1. Hola Pilarcita!
      Ay calorcito! Qué bien! Yo ya quiero que se vaya este frío tan horrible. Llevamos varios días que no vemos el sol, todo el cielo blanco siempre y un ventazo que me lleva cada vez que tengo que salir a pasear mis tres ratos al día.
      Jajaja la cajita del polo Norte es el regalo que le hice a Heavy-Chef y lo decoré para hacerle una foto bonita con los osos polares, la verdad es que me encantó como quedó el paquete.
      Cómo me gustaría dominar las matemáticas como lo haces tú! Pero soy una negada, no me gusta y creo que tengo esa parte del cerebro algo dispersa. Me hablan de algo intangible (o por lo menos que yo lo veo intangible) y no soy capaz de centrar la atención. A veces, pienso que me hubiese gustado ser física o entender de astronomía, pero luego me doy cuenta de que me hubiese estrellado porque no soy capaz de "ver en mi cabeza" lo que me están intentando explicar y divago.
      Con respecto a tu otro comentario, qué bien que escucharas a Posteguillo! Yo leí una entrevista que le hicieron hace un tiempo, pero nunca le he escuchado la voz. Me alegra que en nuestra vida cotidiana haya cosas que nos hagan acordarnos de las amigas blogueras. A mí me pasa contigo cada vez que veo una película o algún anuncio de alguna actriz clásica, que la mayoría de las veces yo no conozco, y pienso "mi amiga Pilar fijo que ha visto alguna película de ella".
      Muchísimas gracias por pasarte siempre por aquí Pilarcita y ánimo con el calor que ya casi tienes el otoño encima!
      Un besazo muy fuerte!

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  4. Querida María José:
    ¡Que entrada tan bonita! ¡que fotos tan llenas de calidez! ¡cómo me haces extrañar las navidades! si ya hasta tienes el oso de Tolkien con su hijo ahí junto a un paquete :D

    Es un libro precioso el de Tolkien ¿verdad? yo lo conocí gracias a nuestra amiga en común, María (de libros y té). Para mí las navidades se acabaron un día que me levanté antes del amanecer y dice mi mamá (en mi defensa, yo no me acuerdo) que cambié todos los regalos. En ese momento éramos 3 niñas (yo la mayor) y cada una tenía su montón de regalos con su nombre y cuando mi mamá se levantó, resulta que todos estaban bajo el mío. Mi mamá preguntó que había pasado y yo le dije que no sabía. Y luego dijo que el niño Dios estaría muy triste si se enterara que mis dos hermanas se quedarían sin regalos y dice que yo le respondí: "pero al él no le vamos a decir".

    Me alegro que te gustara el libro (a mi me encantó y ya tengo en casa "Sangre de los Libros" o algo así). Bien dices que nunca se sabe si el libro que a uno le ha encantado a otra persona no le gustó. Pero una buena recomendación siempre es: si no lo estás disfrutando ¡elige otro! (hay un universo entero para disfrutar, y cada día hay más).
    Espero que ya estés totalmente restablecida, que ese virus no vuelva en mucho tiempo y que este 2015 sea un año de muchos éxitos, buenas lecturas, invitados interesantes en el Lapin y sobre todo, mucha felicidad para tí y los tuyos.
    Un beso grande,
    Ale.

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    1. Hola querida Ale!
      Yo también conocí este libro de Tolkien gracias a María. Y la verdad, me costó la vida encontrarlo, estaba agotado o descatalogado en todas las librerías que conozco de por aquí cerca. Supongo que si lo hubiese buscado en inglés por Internet hubiese sido más fácil, pero en la época en la que me hice con él, leía menos en inglés.

      Jajajaja me ha encantado tu historia de niña traviesa. Así me gusta que, al menos, una vez que has metido la pata que seas resolutiva aunque haya que acudir a mentiras piadosas jaja

      Qué bien! Ya me has hecho apuntar este nuevo libro que me recomiendas que tampoco conocía. A ver si puedo hacerme con él pronto, aunque espero como agua de mayo tu reseña sobre él.

      Un beso enorme Ale!

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  5. Querida María José,
    Aunque enero sea un mes que no te guste mucho…¡que maravilla de entrada nos has regalado para estas fechas! Las fotografías son preciosas y como ya te han dicho las chicas me han entrado unas ganas de volver a los días de navidad al verlas. Es cierto que enero es un mes de nuevos comienzos, de propósitos, a mi me gusta por que lo relaciono a ese sentimiento de actividad, de ponerme las pilas que también siento en septiembre.
    Será también que como me han caído los 28 años, intento aprovechar al máximo la juventud que me queda jejeje
    No conocía el libro de Tolkien y solo con leerte me has creado una profunda necesidad de leerlo. Ves, con esto de las recomendaciones para mi todo depende de quien lo recomiende y para quien. Nosotras ya vamos siendo almas afines en esto de la lectura así que casi con los ojos a ciegas puedo saber que me encantará.
    La verdad es que los profesores lo tienen difícil a la hora de recomendar lecturas, al menos de esas que puedan llegar a todo su auditorio. En la adolescencia tenemos unos gustos tan marcados, tan pasionales que a veces somos muy reacios a dejarnos aconsejar o a salir de nuestra zona de confort. Creo que lo importante, como bien dices es dejarles leer, que aprendan a tomar sus propias decisiones y ser vigilantes de camino, como una puerta abierta dispuesta a dar consejos cuando sea necesario.
    Espero con impaciencia tus entradas sobre Virginia. Leer "Una habitación propia" es algo más que una lectura, es una experiencia que te marca para siempre. Y como te dice Ale espero que en estas fechas estés totalmente recuperada y que hayas entrado en el 2015 con mucha alegría. Que los próximos meses solo te traigan satisfacciones y sueños cumplidos María José. Un abrazo muy grande.

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    1. Hola Marie!
      Qué bien lo expresas todo siempre! Cuidas cada frase, cada palabra y ya no sólo en tus entradas sino en cada comentario que dejas. Yo lo de los propósitos lo intento en septiembre, es cuando vuelvo cargada de energías de las vacaciones. En enero no tengo nunca esa sensación de cambio, para mí sólo es el mes que sigue a septiembre. No siento el 31 de enero como el fin de ninguna etapa, para mí el fnal es junio. Me rijo por el calendario escolar siempre, supongo.
      Ojalá puedas hacerte pronto con el libro de Tolkien, creo que no te decepcionará, aunque sólo sea por ver sus páginas, sus dibujos tan bien cuidados (aunque Tolkien no sea el mejor de los ilustradores, pero denota que sí que era un padre genial).
      "Una habitación propia" la estoy leyendo muy poquito a poco, para que no se me escape nada. Me pongo a leer algún párrafo de sus descripciones y cierro el libro y me imagino paseando por ese mismo sitio, tomando la sopa que describe, etc. Así que aún tardará un poco la reseña, porque estoy alternando otros libros, pero llegará :)
      Un besazo muy fuerte, dulce Marie, y muchas gracias por tus buenos deseos para mí. Sabes que el sentimiento de almas afines es mutuo y que también te deseo toda la suerte del mundo en tus proyectos.
      Un abrazo!

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  6. María José!!
    Te escribí un mensaje en la tarde, pero se borró :(
    Te contaba que vieras las casualidades, hoy en la mañana escuchando un programa radial estaban entrevistando a Santiago Posteguillo, que está aquí en Lima promocionando una trilogía que tiene sobre Roma (bueno, todavía no termina el 3ro).
    Cuando prendí la radio ya había empezado el programa así que no tenía ni idea de a quien estaban entrevistando, pero era una persona tan interesante y contaba unas cosas tan chéveres, que yo tenía la oreja bien abierta. Y el entrevistador, que es una persona muy culta, estaba igual de contento que yo.
    También comentó de esta novela, pero dijo otro nombre.
    Bueno, el caso es que cuando al final de la entrevista dijo su nombre, al toque entré a google, y en su página web vi el dibujo de Frankenstein que has puesto, y me acordé de tu post!!
    Y más rápido que veloz entré a tu blog y leí de manera muy diferente este post.
    Tengo que conseguir sus libros! Me pareció una persona tan encantadora.
    Y pensar que estaba tan cerca, ya que la estación de radio está a pocos pasos de donde yo trabajo.
    Bueno , nomas quería comentarte eso iiiiiiiii
    Un abrazote! :D

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