Por aquí, llevábamos
unos días de lluvia que me habían desordenado la rutina. En el sur no estamos
muy acostumbrados a que llueva más de dos días seguidos y, cuando esto pasa, yo
no me hallo. No doy pie con bola y termino estresándome.
Así que, pasando una mañana solitaria y lluviosa sin poder salir del Lapin Agile, vino a visitarme alguien muy inesperado.
Parecía traer el otoño
agarrado a sus cabellos mojados. Su cabellera rojiza me hizo sonreír y darme
cuenta de lo bonito que puede ser una mañana de lluvia. Se acercó a mi mesa
como si me conociera desde siempre y pidió un café al que le añadió algo de
alcohol que traía en su petaca.
Luego, Vincent Van Gogh
comenzó a hablarme de la relación con su hermano. Théo siempre fue su protector, su mecenas y
marchante, su apoyo, su amigo, pero sobretodo, su hermano.
Me habla de que quiso
dedicarse a predicar entre los pobres, vocación que terminaría abandonando para
abrazar el arte. Comenzó con el dibujo, pero éste no le llenaba en absoluto y
se decidió a probar con la pintura al óleo. Y ahí fue donde Vincent pudo volcar
toda su personalidad, sus temores, sus alegrías, sus entrañas...
Éste es uno de mis preferidos. Lo pude ver en Orsay y me encantó. |
Aconseja a Théo sobre
qué cuadros ir a visitar a los museos o exposiciones de París, pero también de
literatura. Le apasionan Zola, Maupassant, Enrique VIII de Shakespeare, Cuento
de Navidad de Dickens…
Como bien sabéis,
Vincent fue un artista rechazado en vida. Su particular forma de ver el arte,
nunca fue reconocida en su tiempo y esto le atormentaba física y mentalmente.
No tenía dinero y, en su correspondencia con Théo, leemos cómo debe pedirle
dinero constantemente a su hermano para poder sobrevivir.
Les Vessenots |
Vincent tiene un
carácter inestable y, a veces, hosco; lo que le lleva a discutir con su hermano.
Pero también hay bondad y amor en él. Un amor romántico del que habla alguna
vez a su hermano, pero sobre todo, disfrutamos de un gran amor fraternal. Está convencido
de que su hermano Théo, en su papel de marchante de obras, es igualmente un
artista. Vincent suele decirle que él forma parte de sus cuadros. Incluso,
llega a animarle para que se dedique a pintar, junto a él.
El Sembrador |
Comedores de Patatas |
Van Gogh expone en sus letras que quería expresar el dolor verdadero, la miseria de los que trabajan en el campo o en las minas, el cansancio…
Él pintaba sentimientos y lo dice así: “me gustaría expresar en mis obras lo que hay en el corazón de este excéntrico, de este nadie”.
Vincent me habla de su estancia en Arlés. Quizás, en
estos momentos, es cuando lo encuentro más inestable, con cambios de actitud,
movimientos nerviosos… Aquí llega a vivir ayunando, debido a la pobreza (En
cuatro días se ha alimentado de 23 cafés y algo de pan, que aún le debe al panadero)
¡No se imagina cuánto me apena!
Café Nocturno, donde Vincent decía que era un sitio donde uno puede arruinarse o volverse loco. |
Ha invitado a Paul Gauguin a pasar una temporada con él
para sentirse acompañado y, también, para compartir gastos. De su amigo habla
siempre muy bien, incluso dice, que era muy buen cocinero.
De repente, el gesto de su rostro se vuelve tenso y
su faz se tiñe de gris ceniza. Comienza a leerme una carta del 9 de enero de
1889:
“Físicamente
estoy bien y la herida se cierra, estoy comiendo bien”.
Sé a lo que se refiere. Ya ha tenido la gran pelea
con Gauguin. Y, en su incontrolable ataque de rabia, se ha cortado la oreja.
Después de esto, lo ingresarán en el hospital y
comenzará su gran declive. Pasa muchas temporadas entre internamientos y
pequeñas salidas. La gente del pueblo lo considera alguien peligroso. Él
intenta tranquilizar todo el tiempo a su querido hermano, aunque las crisis
suelen ser cada vez más agudas y reiteradas.
Una sonrisa irónica aparece en el rostro de mi
pintor con pelo de fuego. Creo que ha visto mi desasosiego.
-
No debes preocuparte- me dice- acepto
mi enfermedad, como cualquier otra. Puedo vivir con ella, cada vez estoy mejor.
Casa amarilla |
La Habitación de Van Gogh |
Sus últimas cartas parecen contener un hilo de esperanza en su curación. Parece que la alegría está con él. Sin embargo, veo que guarda una última carta en el bolsillo de su abrigo y sale a paso ligero del Lapin Agile.
Intento correr detrás de él para decirle que, tal y
como él presentía, tendrá éxito; que seremos muchos los que admiramos su arte;
que sus cuadros cosecharan una fortuna en cada subasta… Pero es tarde. Él cruza
la calle y veo como saca una pistola de uno de sus bolsillos y se dispara en el
pecho.
Y allí me quedo yo, en mitad de la acera, con el
pelo mojado pegado a mi cara y con alguna lágrima entremezclándose con las
gotas de lluvia.
Théo le
sobrevivirá sólo unos meses. Y su viuda se encargará de difundir el arte de
Vincent, así como la correspondencia que hoy tengo entre mis manos.
El género epistolar es una joya. A través de sus
misivas al hermano conocemos sus viajes y sus estados de ánimo de su propia
mano. Es una verdadera suerte que se hayan conservado todas estas cartas. Y
esto se lo tenemos que agradecer a la viuda de Théo, a quien mal aconsejaron
que destruyera el grueso número de cuadros que Vincent había dejado.
Un trocito de mi colección de postales y marcapáginas |
Hola MaJosé, en eso de los cuadros no soy muy buena, pero de Van Gogh si sabía por, entre otras cosas, la película que hizo Kirk Douglas sobre su vida. Creo que te puede gustar.
ResponderEliminarY también conocía su famoso autoretrato. Me parece una historia muy triste, pero así es la vida de los mejores artistas, atormentada, sufren mucho. Me ha gustado mucho tu colección de postales! Un beso!!
Hola Pilar!
EliminarSí que es verdad que su vida fue muy triste, siempre viviendo en la miseria y sintiéndose una carga para su hermano Théo. El pobre no tuvo suerte ni en el amor.
Ya tengo apuntada la película de K. Douglas (El Loco del pelo rojo). ¿Sabes? El otro día estaban anunciando una película en la televisión y yo que pasaba por el salón dije: "¡Ay mira! Ese es Cary Grant". Y mi padre se quedó sorprendido, no se podía creer que reconociera a un actor, sabiendo que soy una ignorante de cine. Y le expliqué que estoy aprendiendo mucho con una amiga nueva y su blog ;) ¡Gracias por tus entradas!
Un abrazo muy grande!
MªJosé, qué suerte!! Veo que la lluvía te ha traido, al Lapin, a Van Gogh y a su hermano Théo...
ResponderEliminarDe Vicent conozco muy poco: que se cortó la oreja, que acabó sus días como cuentas, y que fue muy pobre en vida...pero desconocía a Théo...esas cartas que ambos se enviaban y algunas de las obras de Van Gogh.
Hace poco, el pasado año, descubrí un árbol...a mi compañero de vida, le gusta muchísimo Van Gogh...y todos los años cae un calendario con sus cuadros.
La verdad es que es muy triste que a uno no se le reconozca el trabajo en vida y además, sea consciente de ello. Lo importante es que él no renunció a su arte, a su forma de pintar...y supongo que de algún modo, durante muchos cuadros, sintió que ese sería que el acabaría dándole de comer.
¿Le gustaría saber lo mucho que valen hoy día sus cuadros? Creo que se volvería loco realmente cuando viera el mundo en el que vivimos y cómo se decide el valor de las cosas.
Es un placer pasar por el Lapin Agile en un día de lluvía...y pasar un rato con tan buenos amigos. Sé que el tiempo ha cambiado y que ya han vuelto los cielos azules...pero ha sido increíble ver llover tras los cristales y estar en tan buena compañía.
Tuvo que ser maravilloso estar frente a frente con el Van Gogh de tus sueños...(me refiero también al cuadro que nombras que viste). Nosotros vimos en Londres, en la National Gallery, Los Girasoles...toda una experiencia...
Nuestro preferido es el del café de Arles...tiene la magía de las noches de largas charlas y risas con los amigos.
Alzo mi taza de té...bueno a estas horas de Neskui noche, por esa viuda de Théo que no destruyó los cuadros...y gracias a ella podemos hoy día admirar esa belleza que Vicent quiso capturar del mundo...con su particular manera de ver la vida.
Un abrazo muy grande!!! Ha sido un placer estar por aquí!!
¡Sí María! Ya le había echado el ojo en las librerías, pero como están las cosas, no se puede ir comprando cada libro que a una se le antoja. Y dio la casualidad que en la biblioteca lo tenían y lo saqué. Me dijo el bibliotecario que, desde los años 80 cuando lo adquirieron, era la tercera vez que lo prestaba. La verdad es que es una pena, porque es muy interesante.
EliminarTe das cuenta del verdadero sufrimiento de Vincent, de sus momentos felices, de sus anhelos, de sus etapas más desequilibradas, etc.
Yo tampoco conocía mucho la figura de Thèo y he quedado encantada. Siempre mandándole dinero a Vincent, apoyándole, intentando mover sus cuadros, dándole aliento... Además, he descubierto que era marchante también de Gauguin (y con éste he quedado muy desilusionada). Vincent habla siempre bien de Gauguin y, según he podido leer en el libro, éste iba más a lo suyo, a su beneficio.
A mí también me gusta mucho el Café de Arlés. Y hay otro cuadro de L. Anquetin, se llama Avenue de Clichy, que se le asemeja mucho. A mí me parece que sea el Café de Arlés, pero ya una noche de jueves, cuando los ciudadanos han salido de los teatros (por imaginar...). Si tienes tiempo búscalo, puede que te guste.
El Lapin siempre es más acogedor cuando se está con gente que, como tú, viene a compartir una taza de té. Muchas gracias por pasar esa tarde de lluvia conmigo :)
Yo también alzo mi taza por la viuda de Théo, por Théo y por Vincent, por tener la valentía de transformar la tristeza en arte.
Un beso! El placer siempre es mío!
¡ahhh una tarde de lluvia en excelente compañía! ¡Brindo también por lo que dices: poder transformar en arte la tristeza! yo leí ese libro hace ya algunos ayeres...y creo que cuando las almas sensibles tienen un talento especial para tocar momentos cumbres, son las que más fácilmente sucumben a los momentos de depresión (un gran don, siempre se paga con un precio alto).
ResponderEliminarTheo fue un excelente hermano, siempre al pendiente de él, y Vincent un alma muy atormentada. Creo que murió de tristeza detrás de él. ¡Que linda te quedó esta entrada! (aunque tuviera tran trágico final la visita de Vincent al Lapin Aguile)
Hola Ale,
Eliminar¡Qué bien que lo hayas leído! Mientras vas pasando las páginas parece que estás viendo al pobre Vincent rodeado de tristeza y pinturas por doquier.
Menos mal, como dices, que siempre tuvo a Théo a su lado y pendiente de ayudarle en todo lo que pudo.
Gracias por pasarte, querida :) Me encanta que te haya gustado la entrada!
Un beso muy grande!
Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado este post porque tengo una especial predilección por la obra de Van Gogh.. Imaginaba que tenía que existir un libro que recopilara la correspondencia entre Vincent y Théo y siempre he querido hacerme con él porque en alguna ocasión he leído algún fragmento de una de las cartas y me ha llamado mucho la atención la sensibilidad que tenía este hombre.. Casualmente yo también escribí un post sobre Van Gogh en mi blog que te invito a leer.. Es más bien personal.. Pero me gustaría compartirlo con alguien que también disfruta de sus pinturas.
ResponderEliminarUn beso grande.
http://perfectodia.blogspot.com
¡Bienvenida Lara! Me alegra mucho de que te haya gustado la entrada y de que compartamos el gusto por este gran pintor. Voy a tu blog para leer tu entrada sobre él!
EliminarGracias por venir y pasar un rato en el Lapin Agile conmigo, con Vincent y con Théo.
Un abrazo fuerte!
Hola MªJosé.. Gracias a ti también por pasearte por mi blog!!.. Quería hacerme seguidora del tuyo, pero veo que no tienes activado el gadget... Bueno pues ya me pasearé por aquí otras veces y si lo tienes me apunto ;-)
ResponderEliminarUn beso grande!!
http://perfectodia.blogspot.com.es
No tengo activado ese gadget, es que me pone muy nerviosa eso de tener seguidores y encima ver el número jaja entonces he preferido no activarlo, siento que eso sea una molestia para poder seguirme.
EliminarHa sido un placer pasar por tu blog, me ha gustado muchísimo y seguiré visitándolo. He puesto tu blog en la columna del mío para ver cuando actualizas y así te voy siguiendo ;)
Un beso!